“En
los últimos años, buena parte del debate político ha versado sobre la forma más
eficaz de distribuir las competencias entre los distintos niveles del Estado.
Los esfuerzos realizados por diversos sistemas educativos en materia de
descentralización dan cuenta de que el sector no ha podido sustraerse a esta
discusión.
La
organización política que adoptan las naciones se fundamenta en razones históricas
y culturales. En los países más desarrollados, la centralización se ha dado sobre
la base de la lucha que el estado central ha dirigido contra las regiones -p.e.
Francia e Italia-, mientras que los sistemas descentralizados aparecen en
países formados por la asociación de diversas comunidades -p.e. Estados Unidos
y Suiza- (Suchaut, 2007).
El
federalismo puede asumir diferentes formas: entre otras, confederación, unión,
liga, federación. Según sea el arreglo constitucional, el tipo de vínculo que
se establezca entre los distintos niveles de gobierno diferirá no sólo entre
países sino a través del tiempo. En América Latina, los países federales
coinciden mayoritariamente con los de mayor extensión territorial. En algunos,
como México y Argentina, la selección del régimen apuntó a limitar la autonomía
de estados provinciales preexistentes. En Brasil, en cambio, fue una definición
que surgió desde el centro (Cetrángolo, 2007).
En
cuanto a los sistemas educativos, Suchaut (2007) propone una clasificación en cuatro
categorías, sobre la base de la organización y la forma en que se toman las decisiones.
En los sistemas centralizados, el estado central está a cargo del diseño, operación
y control, definiendo las reglas pedagógicas, de financiamiento y de gestión.
Cuando
este nivel está presente pero los poderes locales intervienen en algunos aspectos,
se trata de sistemas de colaboración entre ambos. En cambio, en los fuertemente
descentralizados, las competencias del estado central se limitan a la regulación
y control, y la gestión está delegada a los actores locales y frecuentemente a
las escuelas. Mientras tanto, en los sistemas federales, las provincias/estados
son el eje del sistema educativo, al ser las que definen los programas,
gestionan el sistema, evalúan y controlan.”